¡Por fin ha llegado una de las semanas más esperadas del año!
La Semana Santa es tradición, cultura, pasión y folklore, algo que derrocha España por los cuatro costaos.
Hoy os traemos una viaje por nuestra geografía en esta semana, donde hablamos de nuestros pasos favoritos por cada día de las festividades (nos ha sido muy difícil decidirnos, aviso a navegantes) ¡Cógete el chaquetón y el bañador, que nos vamos de norte a sur haciendo este recorrido!
Así que, sin más dilación, siéntate con una torrija y acompáñanos en este viaje.
Domingo de ramos
Las calles se abarrotan de palmas para celebrar la entrada de Jesús en Jerusalén.
Nuestras tres imperdibles son: El Domingo de Ramos de Elche, quizás el Domingo de Ramos más famoso, y con razón.
Le siguen la Real Cofradía de Jesús de Zamora, en la que los niños vestidos de hebreos acompañan el paso de Jesús sobre la borriquita, y La Hermandad de las Angustias de Jerez, donde los niños de nuevo son los protagonistas, esta vez cantando en latín.
Lunes Santo
En el Lunes Santo son muchas las localidades que sacan sus pasos a la calle, pero hay dos que nos cautivan especialmente: El Cristo de los Gitanos de Málaga, cuyos hermanos le van cantando y bailando a lo largo de la procesión, y el Santísimo Cristo de la Sangre de Cieza, unos de los pasos más espectaculares de la Semana Santa murciana para mi gusto.
Martes santo
El Martes Santo es quizás de mis días favoritos de la Semana Santa porque salen a la calle hermandades muy especiales.
Pero para mí hay dos procesiones top: El Cristo de Medinaceli de Madrid; ¡no os imagináis cómo impresiona verle bajar por la Gran Vía! Y el Santo Cristo del Amor de Toledo, una procesión de mi tierra que impresiona y sobrecoge por la sobriedad, la iluminación y el silencio. Además, con esta ciudad como escenario imposible que no impresione.
Miércoles Santo
Con el Miércoles Santo nos vamos acercando a los momentos más aclamados de nuestras fiestas, aunque este día no deja indiferente a cualquiera.
Para mí en este día se dibujan los dos contrastes de la Semana Santa de Castilla y la de Andalucía y el sur, y si no me creéis, con estos dos ejemplos no hacen falta palabras.
El Cristo de los Gitanos de Granada se pasea a hombros de los costaleros bajo la atenta mirada de la Alhambra al ritmo de la música y las hogueras, mientras que Las Capas Pardas de Zamora inundan la ciudad de un voto de silencio sepulcral que sobrecoge a cualquier espectador.
Ambos, son de los pasos más bellos de toda España.
Jueves santo
Un día clave en la Semana Santa. Son tantas las ciudades que hoy se engalanan al máximo que es imposible quedarse en un solo lugar sin arrepentirse de no estar en otro punto de España.
Para mí, hay dos eventos que destacan por encima de todos. En esta ocasión nos quedamos en Andalucía, con la Madrugá de Sevilla, donde podemos ver a las hermandades de la Macarena, El Gran Poder, La Esperanza de Triana o Los Gitanos, entre otras muchas.
Otro paso que hay que ver al menos una vez en la vida es el Cristo de la Buena Muerte de Málaga transportado por los legionarios. Impresionante.
Los legionarios cantan el 'Novio de la Muerte' en el traslado del Cristo en Málaga
la Esperanza de Triana a su paso por Sevilla
Más de 500.000 personas se concentran en la Madrugá de Sevilla
Viernes santo
La cita más importante de todos los que amamos la Semana Santa. En esta ocasión nos ha sido imposible elegir un par de sitios, así que aquí va una pequeña lista para que organices tus próximas vacaciones de Semana Santa.
En la Rompida de Calanda hacen resonar los tambores durante 24 horas sin pausa. Esta tradición se remonta al siglo XII y es el atractivo principal de su Semana Santa.
En Cuenca, nuestros vecinos simulan el camino al Calvario que sufrió Jesús con los sonidos que hacen los cofrades al chocar sus baquetas.
En Valladolid, su Procesión General es de las más grandes de España y es como un museo al aire libre, pues tienen de las mejores tallas de nuestro país.
Y por finalizar, Sevilla siempre es un destino clave para disfrutar de una Semana Santa a lo grande, y el Viernes no iba a ser menos.